Hace como ocho meses que no escribo nada de mi puño y letra. No he tenido nada que decir, si, yo, que siempre tengo mierdas en la cabeza, no he tenido ganas de sacarlas. En la última entrada lo dejé todo y, cómo no, a ti.
Cierta persona me suele repetir que es necesario equivocarse para darse cuenta de cuáles son nuestros límites, de hasta dónde somos capaces de llegar y, la verdad, siempre he estado convencida de que tenía mucha razón pero, cómo todo en esta vida, ésto también tiene un límite, y a mi me ha llegado en el punto en el que ÚNICAMENTE te equivocas. Únicamente la cagas.
Sí, claro que lo admito, volví a meterla, y profundamente además. Yo todo lo que hago, lo hago a lo grande. Volví a encojerme y a correr hacia atrás. "Las ventanas hay que cogerlas al vuelo" dicen...y es una de mis frases favoritas, pero parece que aún no aprendí a entenderla, porque me acabo de cargar una vidriera, y de las que me gustan, las de colores guapos. Y lo que más me jode es que ésta vez no he sido tan consciente de ello como suelo, o al menos así acabo de sentirlo.
A tí, a tí que te lo he dado todo durante todo este tiempo, a tí que te lo quité de golpe hace unos meses por ver como lo rechazabas, por ver como te era indiferente...pues bien ¿dónde he dejado todo eso?. V O I D. Y me jode que sea por ti. Me jode y no sabes cuánto. Me jode haberme prometido algo hace meses que ahora sé que es imposible cumplir. Me jode haberme jurado no pisar terreno en un tiempo, dejar pasar el barbecho, no acercarme a nadie hasta despegar un poco los ojos y ZÁS! te encuentras con algo que no te esperas cuándo menos lo buscas, algo que te ilusiona un poco, que me enseña que sin tí también hay vida, y que puede ser incluso buena, MEJOR. Pero aquí se queda, dónde estoy, dónde siempre y dónde esperaba, sin saber enseñarlo y sin saber hacerlo ver, notar o sentir. Te has llevado mucho, sí, y parece que sin tí no sé moverme, que voy a ciegas...pero, ¿sabes qué?, que no te voy a dejar hundirme, no te vas a llevar lo poco que de mí merezca la pena, lo poquísimo que quede...No soy tan valiente como creía, ni soy tan fuerte como creen que soy, pero hoy he decidido que ya está, que no voy a cagarla con las cuatro cosas buenas y bonitas que tiene esta puta vida y que, por casualidad muy casual, pueda encontrarme o puedan encontrarme. Que no voy a desperdiciar ni una después de ésta y que, aunque te tenga presente, aprenderé a vivir sin tí. Aprenderé a sacar el miedo cuando sea necesario, sólo cuando haga falta, mucha falta, y no por miedo al fracaso como me ha pasado ahora. Aprenderé y me forzaré a saber darle la mano a alguien sin tener que visualizar tu cara ni un segundo, y lo voy a hacer.
El primer dia del resto de mi vida (buena peli) empieza hoy y, aunque se me ha perdido la muleta que me ayudaba a sostenerme desde hace unos meses, no voy a cojear. Aceptaré que la he perdido por ciega e imbécil, sí, por el mismo puto miedo de siempre, y la voy a echar de menos, ya lo siento, no pensé que me ayudase tanto, pero ya me crecerán las piernas y, al fin y al cabo, no puedes atar una muleta a tí, y menos cuándo merece algo mejor y menos pesado, por muy cómoda que sea o por mucho que te guste... Ahora voy a repetirme eso de "All I do is win, win, win, no matter what "...y espero aprendérmelo de memoria en poco tiempo.
Me arrepentiré de los pasos mal dados, ya lo hago, y de los perdidos. Los tendré presentes, porque de algo hay que aprender, pero como dice el temazo que llevo todo el dia escuchando: " el recuerdo es un lastre del presente " y NI DE COÑA voy a seguir viviendo de un recuerdo....Que tengas suertecita.
Y a tí, sí, a tí...GRACIAS. No me había sentido así en varios meses , no pensaba sentirme en muchos más y, aunque a duras, he abierto un poco los ojos y las manos contigo. Lo siento, y lo sé, es culpa mía y me lo comeré yo, ya te echo en falta. Creo que el hecho de ver que estaba más dispuesta a tí de lo que pensaba estar el primer día que hablamos es lo que más miedo me ha dado, lo que me ha hecho decirme "Cuidado Cris"...y a pesar de tu cansancio lógico (te advertí de la pesadez de ésta piedra), te lo agradezco, de veras, no sé como estaría ahora sin haberte conocido. Merci, merci por tu paciencia y por haberme hecho sentir algo que no he sido capaz de demostrar ni enseñar, estaba convencida de que no volvería a sentirlo así que GRACIAS de corazón. Me conociste en un momento extraño de mi vida y...ojalá haya más como tú.
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