Hace ya tiempo que mi madre me dijo una de las frases mas sabias que conozco. Cuándo la más perra de mis amigas casi me saca un ojo sin pedirme perdón siquiera, posteriormente. Puede sonar a algún tipo de venganza, o incluso rencor, pero no se asemeja para nada al típico "ojo por ojo, diente por diente" que tanto he odiado siempre. Simplemente, llega uno de tus días en que sólo puedes pagar con la moneda que a ti te han dado porque es la única que te queda.
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